Nada mejor que despertar cada mañana y prepararse un buen café para iniciar el día, ese exquisito aroma ya da ánimos para comenzar la nueva jornada. Pero, tal vez te has preguntado cómo mejorar aún más el sabor de tu cafecito. Las variables que influyen en el sabor de esta bebida son diversas y van desde la molienda del grano, la temperatura utilizada en su preparación y también el método.
Por ejemplo, se dice que mientras mejor sea el tamaño de la molienda del grano de café, mejor serán su sabor y aroma, porque se logran extraer sus compuestos una vez que pasa por el agua caliente, para obtener una bebida muy sabrosa.
Los granos de café suelen ser variados, no todos los componentes son aromáticos. Algunos van a agregar notas frutales, otros más dulces o amargas. Todos estos compuestos se extraen en diferentes medidas. Usualmente, en principio, se obtienen los ácidos y luego los azucares, compuestos amargos. Por último, la astringencia.
Por lo tanto, si se controla el grado de extracción esto va a redundar en la cantidad de cada elemento que se extrae. Ello resulta de gran importante para la preparación de tu espresso. Como dato curioso, el espresso suele ser la base de las bebidas favoritas de muchas personas, como el café latte, el capuccino, el americano, el flat white, el macchiato y muchas más.
Pero, en definitiva, el tamaño de la molienda afecta el sabor, porque no todos los granos de café son iguales, sino que estos tienen distintos orígenes, variedades y métodos de preparación.
Otro aspecto importante es el tostado del café. Si se deja tostar muy poco se obtendrá un sabor más ácido y si se tuesta mucho su sabor será más amargoso y ahumado. En el caso de tostarlo de forma intermedia, hay también muchas variedades, los tuestes suaves sacan los sabores más frutales, los intermedios extraen más lo dulce y los tuestes oscuros le proporcionan al café más cuerpo y saborcito amargo. En tal sentido, lo más común es que se opte por tuestes entre suave e intermedio.
También, mientras más oscuro es el tueste, más rápido se extraen los compuestos. Acá influyen factores como el tiempo de preparación, porque mientras más tiempo se toma la preparación, la extracción será mayor; y la temperatura del agua, ya que mientras más caliente esté más extracción se obtendrá.
Hay que recordar que, si se selecciona el tamaño de molienda adecuado se logrará el más factible lograr el café con el sabor deseado. Cuanto más gruesa sea, menor será su superficie y la tasa de extracción será más lenta. Pero, si la molienda es demasiado fina, puede ocurrir que se extraiga demasiado y quede con notas muy amargas o hasta con cierto sabor a ceniza. Por otra parte, hay quienes aseguran que un buen tiempo de extracción de preparación es de 25 segundos. La cantidad de café molido puede variar dependiendo de la canasta del portafiltro, pero posiblemente utilices de 8 a 10 gramos por cada shot. Por lo general, un espresso sencillo es de 25 a 35 ml, el cual debería ser fácil de realizar con estos parámetros.
También es fundamental que distribuyas bien la molienda. Puedes dar un golpe suave al portafiltro sobre la almohadilla de apisonamiento para distribuir uniformemente el café. El siguiente paso es apisonar, porque la idea es remover cualquier bolsa de aire y garantizar que el café esté completamente nivelado. Además, asegúrate de limpiar el exceso de café molido de la parte superior, las orejas y las boquillas de tu portafiltro.
También debes purgar la cabeza del grupo antes de insertar el portafiltro (si es necesario, cepilla la cabeza del grupo). Así se eliminará cualquier partícula de café antigua que permanezca en la boquilla de donde sale el agua.
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