Con el paso del tiempo y el uso, las ollas se van desgastando, manchando o pelando. Aunque esto es normal, el proceso de limpieza resulta fundamental para alargar su vida, conservarlas en buen estado e incluso mantener la calidad de los alimentos que se preparen.
Existen algunos trucos que te pueden ayudar en esta misión. Hoy te compartimos algunos de ellos:
1. Limpieza inmediata: Evita dejarlas sucias y con comida pegada. Lo aconsejable es que inmediatamente después de usar las ollas, se enjuaguen con agua caliente para evitar que los residuos se adhieran. Luego, lavar normalmente con agua y jabón.
2. Cuida el detergente que usas: Lava tus ollas con agua caliente y un detergente apropiado, suave, pero que arranque la grasa. Utiliza una esponja o un estropajo no abrasivo para evitar rayones.
3. Dejar en remojo: Si hay manchas de comida adheridas, puedes dejar la olla en remojo con agua caliente y jabón durante unos minutos antes de fregar.
4. El uso de bicarbonato: Para eliminar manchas persistentes, haz una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Aplícala sobre la mancha y frota suavemente.
5. Vinagre blanco: Para las ollas de acero inoxidable, el vinagre blanco puede ayudar a eliminar manchas y darles brillo. Mezcla partes iguales de agua y vinagre, caliéntalo y luego frota con cuidado.
6. Seca bien: Después de lavar, asegúrate de secar bien tus ollas para prevenir manchas de agua y la formación de óxido en las ollas de metal.
7. Recuerda seguir las recomendaciones del fabricante.
Y si ya es tiempo de renovar tus ollas porque no hay truco que las salve, te sugerimos consultar en nuestra página las opciones y marcas que tenemos disponibles, en especial los sets de ollas de acero inoxidable, que ofrecen gran calidad y durabilidad.